Conoce a Belén Díaz en el Día Internacional de la Mujer

Háblanos de ti, ¿quién es Belén Díaz?

Soy Belén Díaz, directora de BUCHI Ibérica en España y Portugal desde hace 3 años. Estudié química, hice un doctorado y estuve muchos años en el laboratorio y, al final, la vida me ha ido llevando por caminos profesionales hasta que he acabado dirigiendo equipos.

Siempre he dicho que mi gran amor es la química, pero hubiera sido muy feliz también como zoóloga. La naturaleza y los animales son otra de mis grandes pasiones.   

¿Qué mujer es la qué más te ha inspirado y te sigue inspirando?

Hay muchas mujeres de la historia que han roto techos de cristal y me inspiran enormemente. Un ejemplo es Marie Curie, me inspira por haber sido capaz de hacerse un hueco en un mundo de hombres en aquel entonces y, su dedicación al trabajo, la llevó a ser la primera mujer en conseguir un Premio Nobel. Otra mujer inspiradora es Frida Kahlo, en un contexto y tiempos completamente distintos, demostró que se puede ser libre a pesar de las barreras que nos impone la sociedad. Y, por supuesto, mi madre, una mujer incansable y dedicada sin la cual no sería quien soy hoy en día.

Explícanos un poco tu trayectoria profesional.

Estudié química en Jaén, ciudad que me vio nacer, aunque mi pasión por viajar me llevó a realizar un año de Erasmus en Suiza. Para hacer el doctorado en química me mudé a Escocia donde conseguí un puesto en el departamento de catálisis homogénea. Tras 4 años, cuando estaba acabando mi doctorado, me propusieron un posdoctorado en Heidelberg, Alemania. Esta posición era en un centro de catálisis a medio camino de lo académico y la industria para BASF. Pero la vida me dio la oportunidad de nuevo de volver a mi amada Suiza con otro posdoctorado en el ETH, en Zurich.

Tras tantos años en el laboratorio con la bata blanca, decidí probar suerte fuera de la investigación y conseguí un puesto en sales y marketing en un Contract Reserach Laboratory. Este puesto sentó las bases para empezar a crecer en esta área, pasando por empresas como Dionex, Thermo Fisher Scientific hasta que acabé hace casi 11 años como Directora de Marketing en BUCHI. En 2020 abrimos la filial en la Península Ibérica y empecé mi cargo como Directora General de BUCHI para España y Portugal. Ha sido un recorrido largo hasta llegar aquí, pero muy divertido.

Ostentas un cargo de dirección general, ¿has sufrido alguna discriminación de género o mansplaining por ello?

Me ha pasado muchas veces y me sigue pasando, compañeros de la empresa u hombres del sector que me encuentro y me dan lecciones de cómo hacer tareas muy sencillas, o para las que tengo una formación específica. El mansplaining me ha pasado y seguramente me seguirá pasando, pero con el tiempo he aprendido que no me afecte tanto. No siempre ha sido fácil por eso, pero aprendes a vivir con ello, ignorarlos y seguir haciendo tu trabajo lo mejor que puedas.

¿Crees que has tenido que demostrar mucho más tu valía y capacidades que tus colegas de profesión?

No frente a todo el mundo, pero frente a ciertas personas sí. En muchos puestos que he visto a hombres ser respetados desde el día uno, a mí me ha costado primero demostrarlo con resultados para que mi valía quedase clara.

El lema de este año para el Día Internacional de la Mujer es #InspireInclusion, ¿cómo aplicas los valores que representan la inclusión en tu equipo de trabajo?

Empoderando a las mujeres que forman parte del equipo dando siempre las mismas oportunidades, sin discriminación alguna. Siempre elegiré a la mejor persona para el puesto, independientemente de su género o identidad.

Además, recientemente hemos aplicado un protocolo de actuación en caso de acoso laboral y por razones de sexo. Mi intención es proteger a todos mis empleados y empleadas de la misma manera y que puedan tener la libertad de hablar si algo así les ocurriera durante su jornada laboral.

¿Qué te gustaría conseguir como mujer y como directiva en el mundo comercial?

Inspirar a mujeres y niñas para que entiendan que pueden conseguir lo que quieran sin reparos, todo está en sus manos.

Debemos dejar de creer que no somos suficientemente válidas, confiar en nuestras capacidades y ganar la seguridad necesaria para alcanzar todo aquello que nos propongamos. Tirar por tierra el tan llamado síndrome de la impostora.

En definitiva, me gustaría cambiar un poquito el mundo, al menos el mundo de algunas personas.

¿Cuál sería tu consejo a todas aquellas niñas que sueñan con querer cambiar las reglas del juego?

Que crean en ellas mismas y tengan claro que la mayor fuerza para llegar tan lejos como deseen sale de ellas mismas. Mi mayor consejo es que nos apoyemos entre nosotras, que miremos a esas mujeres a nuestro alrededor y las entendamos y ayudemos a seguir adelante sin ser una piedra extra en el camino.